sábado, 28 de octubre de 2017

Injusticias musicales.

Cuando veíamos en 4º la música de Brasil, escuchamos varias versiones de "la chica de Ipanema", una de las bossas más versionadas de todos los tiempos. Incluso vimos el video de Amy Winehause, pues también hacía una maravillosa versión de esta canción.
Sin embargo la  que tuvo mayor importancia fué la que hicieron Stan Getz (saxo), Joao Gilberto (guitarra) y  la cantante Astrud Gilberto en 1963.  Astrud tenía una voz cálida y delicada, además cantaba en inglés y portugués, eso hizo que la canción rápidamente diera la vuelta al mundo. 





Siendo Astrud Gilberto la verdadera protagonista de este éxito, no se entiende la injusticia que se cometió a la hora de cobrar, puesto que fué la que menos recibió por cantar la canción.
Veamos lo que dice Ruy Castro en su libro "Bossa Nova, la historia de las historias", sobre este hecho:
"Con el dinero que (el disco) Getz/Gilberto le proporcionó cuando el disco salió finalmente en julio de 1964, Stan Getz se compró una casa en Irvington, estado de Nueva York, que había pertenecido a Frances Gershwin, hermana del difunto George. Era una casa de dos pisos estilo Lo que el viento se llevó, con veintitrés habitaciones y columnas blancas, a la que solo le faltaba la propia Scarlett O'Hara dentro. Por su participación en el mismo, Joao Gilberto como co-estrella recibió veintitrés mil dólares en el primer semestre y dos codiciados premios Grammy como cantante y guitarrista: dos estatuíllas que guardó en un armario y perdió cuando se mudó y dejó el armario atrás. Astrud Gilberto, que cantó Garota de Ipanema en inglés y fué la causante de todo el impacto mundial del disco, ganó lo que el sindicato de músicos estadounidenses obligaba a pagar por una noche de trabajo: ciento veinte dólares. No está mal."
 A pesar de esta injusticia, posteriormente tuvo una carrera artística destacada. Recordamos su maravillosa voz.

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